
Una de las cosas mas espantosas que he visto últimamente tienen que ver con motocicletas Yamaha y la verdad es que una motocicleta nunca debería ser así a menos que fuera la BMW de la Barbie. Sin embargo la casa japonesa Yamaha le entregó su tal vez mejor creación en materia de «look» y potencia, la vMax a la casa francesa Hermès para que lo recubriera del mas fino cuero que encontrara y el resultado es una motocicleta única que será puesta a la venta para un comprador afortunado (solo una gracias a Dios).
La cuestión es que hay cosas que no deberían mezclarse como la potencia y malicia de una motocicleta y el glamour de una bolsa de mano Hermès. «La Dama y el Vagabundo» no están bien aquí. Mala decisión.