El movimiento de #MeToo ha cobrado una nueva víctima y es el de una alta ejecutiva de la empresa Hyundai en Corea del Sur que fue obligada a renunciar debido a la denuncia que fue establecida en su contra por una empleada que renunció a la empresa.
El caso es que la denuncia es que presionaba a las empleadas a que en las fiestas de la empresa las ejecutivas jóvenes sirvieran las bebidas de los ejecutivos senior y bailaran con ellos en sesiones de karaoke.
Estamos hablando de hombres en posición de afectar la futura carrera de las ejecutivas en la empresa.
No se ha proporcionado el nombre ni la posición de la empleada solo la noticia.
via Reuters