Se especuló por parte de un columnista de negocios llamado Paul Betts, quien escribe en el Financial Times, que merecía la pena una unión entre Renault y Peugeot, ya que no valía la pena que hubiera dos fabricantes de autos masivos en un sólo pais y compitiendo por los mismos clientes a nivel mundial, además les ayudaría a enfrentar a gigantes en resurgimiento como Volkswagen y Fiat, lo que parecía una buena idea de momento, pero la cual fue «parada en seco» por la respuesta del brasileño Carlos Ghosn , Presidente Ejecutivo de Renault, ya que dijo que “La combinación de los dos fabricantes daría lugar a un baño de sangre laboral porque desarrollar sinergias entre ambos sería muy negativo para el empleo en Francia”. De tal suerte que seguirán en Francia y en el mundo como dos compañías diferentes, por lo menos por el momento.