La Nueva Meca de los Automóviles se Encuentra en Oriente

Asia batió el año pasado todos los registros en producción y ventas de automóviles. Oriente fabricó más coches que Occidente, el 51%. Y eso que la producción de EE UU ha repuntado ligeramente desde 2008. Europa, no; la producción automovilística del continente azul se estrecha, como muestra el gráfico que acompaña estas líneas. En el caso de las ventas, China fue el mayor mercado. Compró el 23,6% de los vehículos matriculados en todo el mundo. Son datos publicados esta semana por la OICA, la organización internacional que agrupa a las patronales de fabricantes del sector, con motivo del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra.

En global, las cifras de la industria son positivas: atrás queda el bache de 2008 y 2009, y por tercer año consecutivo la producción crece: un 5%, en 2012, hasta llegar a 84,1 millones de vehículos, sumados turismos, comerciales e industriales. La mala noticia es Europa, donde la industria fabricó un 8% menos, un descenso que empezó en 2008. Es la única zona del mundo en que la producción cayó el año pasado, junto a Latinoamérica (-2%).

Y en ventas, pese a que en conjunto también crecieron, en Europa cayeron: un 2% (del 20% total mundial en 2011 al 18% del año pasado). “Europa se desacelera mientras el resto del mundo acelera”, subrayó el presidente de la OICA, Patrick Blain, durante la presentación del informe anual. “No creo que nadie pueda ser optimista y prever un cambio positivo en Europa durante algunos años”, apostilló. Las previsiones de la patronal de patronales apuntan a caídas de ventas del 2% en Alemania, el 5% en Francia, el 1% en Reino Unido o el 12% en Portugal (sobre España no hay cifras).

La caída de producción y ventas preocupa mucho a la industria europea. Una preocupación que sobrevuela el salón (que arrancó el pasado martes y finaliza el próximo domingo) pese al despliegue de focos, estands de diseño y modelos despampanantes apoyadas en coches recién salidos del horno que caracterizan las citas donde las marcas lucen su mejor cara.

Esta ensalada de cifras no deja de ser una traslación de lo que ocurre con la economía mundial, alerta el socio de la consultora Europraxis, José Antonio Bueno. “El PIB mundial está en algo más del 3%, y en Europa cae”. Lo mismo que ocurre con la producción y las ventas: los crecimientos o caídas son paralelos. “Si la economía no tira, la gente no compra coches, es una compra que se puede aplazar. Y si no se venden, tampoco se fabrican”. Es así de sencillo, esta correlación con el PIB se traslada también en los crecimientos que experimenta el sector en EE UU, señala Bueno.

¿Pero hay riesgo de que la producción que ahora está perdiendo Europa no se recupere en el futuro? No, aseguran los expertos. En cuanto se recupere la economía volverán a crecer las ventas y la producción, sostiene el consultor. Lo mismo piensa el profesor del IESE Pedro Nueno: “En cuanto haya conciencia de recuperación habrá aumento de ventas y producción, porque hay demanda retenida. Comprarse un coche no es urgente, y las familias están aplazando la compra”.

Nueno tampoco cree que el crecimiento que experimenta Asia amenace a los fabricantes Occidentales. “Solo en China hay 1.400 millones de personas, el recorrido para la industria es muy grande y el Gobierno chino está acompañando bien el crecimiento, potenciando grandes regiones y construyendo infraestructuras”, analiza.

¿Y si las firmas chinas quieren salir al mundo? Nueno insiste en que allí el mercado doméstico es enorme y que por ahora no hay ejemplos notables, salvo en el caso de BYD, que produce autobuses. Hay otro, el de Qoros, una alianza entre Chery (líder en China, que hace tres años mostró interés por invertir en Cataluña) e ICL (firma israelí propietaria de las minas de Iberpotash, también en Cataluña). En Ginebra presentaron un turismo, pero por ahora solo está destinado al mercado de Europa del Este, explicó el responsable de comunicación de Qoros para Europa y Oriente Próximo, Eric Geers, que no precisó si el vehículo tendrá homologación para Europa Occidental.

Nueno prevé otro fenómeno: que las empresas europeas compren marcas chinas, “porque es más cómodo ser propietario que operar con un socio, por razones legales, de tecnología, etcétera”. Lo difícil en el futuro, convienen ambos expertos, es que en el gran consumo (salvo con coches muy específicos, como los de superlujo) se fabrique en un continente para vender en otro. “Por muy bajos que sean los costes laborales, los logísticos se dispararían”, dice Nueno. A todo esto cabe sumar la política: “La industria del automóvil le interesa a todo el mundo, porque crea empleo, tira de la tecnología, de la investigación y la formación… El efecto multiplicador de la industria del automóvil es enorme”, conviene Bueno, de ahí que tenga un “componente nacionalista, porque el cierre de una planta genera una gran alarma”.

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