Las cosas han cambiado de manera definitiva en el mercado automotriz. Ahora son otros los conceptos ganadores de la percepción pública. En Japón para ganar un premio automotriz ya no se necesita traer una supercomputadora a bordo o un motor que suene hasta la colonia de enseguida ya que el automóvil que ves arriba fue el que se quedó con el premio de Automóvil Japonés del Año. Un gran premio para tan minúsculo carro. Pero es genial ya que encontraron la manera de acomodar cuatro pasajeros en un tamaño un poco mayor al del Smart Fortwo. En fin lo que si es genial es que el público este volteando a ver diferentes alternativas como el IQ de la Toyota. Felicidades.