Por fin la pesadilla ha terminado para la empresa nipona Toyota. La automotriz ha decidido arreglar por las buenas su embrollo legal y pagar 1,200 Millones de Dólares en conjunto a quienes la demandaban.
Recordemos que durante el 2009 – 2010 la empresa automotriz tuvo que reclamar de regreso al taller cientos y miles de vehículos ya que se presentaba un problema conocido como «aceleración súbita» en la que el vehículo, sin razón aparente aceleraba y hubo algunos casos en los que chocó y causó algunas muertes.
Se encontró que la compañía trató de ocultar pruebas y que en particular no actuo de manera transparente con sus clientes. Una gran vergüenza que la empresa ya quiere dejar atrás.