Tengo que hacer una confesión pública: de adolescente me llevé un cono de tránsito y una señal de alto a mi recámara. Los tenía junto a un póster de Heather Locklear. No se en que momento me pareció buena idea, (lo del póster aun me llama la atención pero a mi esposa no tanto), como les iba diciendo, hay tendencias a meter algo del tráfico citadino a tu propia casa por lo que no es de extrañar que un diseñador industrial, Boris Bally, haya tomado a idea de tomar viejos marcadores de circulación y direcciones de tráfico para crear la primera línea de muebles con ella.
Los precios no son baratos, ya que una silla puede costar $1,100 USD y una mesa de centro hasta $4,500 USD pero a original nadie le gana. Visita su galería y escoge algo.