Un país con un número de habitantes ligeramente menor que los que tiene Culiacán pero que cuenta con una densidad altísima de 662 vehículos por cada 1,000 habitantes que lo hacen un congestionamiento continuo del que es muy difícil desprenderse.
Por eso ahora que llegó por segunda vez a ser el Primer Ministro Xavier Bettel sabía qe tenía que hacer algo y la solución es muy sencilla: hacer el transporte público gratuito para que cualquiera pueda dejar atrás su automóvil y utilizar un servicio menos contaminante y que además el tráfico empiece a fluir de una mejor manera.
Ningún país había llegado tan lejos. ¿Será el primero de muchos?
via NYT