A diferencia de los caballeros, el auto no es una extensión de su cuerpo, sino: un extraño querido; compañero sí, pero no íntimo; su compra es definida por gusto. Las mujeres que se sienten más lejanas al auto, reconocen un sentimiento para decidir y tomar decisiones: impulsa su autonomía. Ir al volante también significa llevar el mando, responsabilidad; elegir el rumbo. Uno va a donde quiere, la hace más libre”.
Anne Chanussot, Jefa Nacional de Partes y Accesorios de RENAULT México, quien durante su ponencia, señaló puntualmente los factores que segmentan el mercado automotriz, entre hombres y mujeres.
En el contexto de la mujer mexicana, es notoria su evolución: es más independiente, con mayor poder de decisión y participación en los ámbitos social y económico, incluso tiene una visión propia de cómo debe ser un carro femenino: “Se debe notar en las líneas, más estilizadas, sin llegar a ser tan tosco ni cuadrado. Es más suave, en el sentido de hacer sentir a la mujer más cómoda, protegida, hecho para ella”.
En México el año pasado las mujeres fueron determinantes en la compra de más de 83 mil vehículos e influyen en más del 80% de las decisiones de compra de autos nuevos.
El reto de la industria automotriz es resolver las necesidades de las mujeres con productos adecuados al gusto femenino, con mensajes que encanten a las mujeres como un segmento poderoso del mercado.