La subida de los precios de los vehículos parece inevitable para finales de año. Con un tipo de cambio hoy de casi 25 pesos por dólar, que los analistas no creen que baje a menos de 20 pesos en el corto plazo, todo indica que habrá poco margen para evitar el aumento. Y esto está motivando a los clientes a comprar un auto en medio de la contingencia sanitaria.
Este incremento de precios no será exclusivo en la industria automotriz, diversas empresas de artículos de consumo masivo han anticipado alzas en sus productos hacia el segundo trimestre del año, debido al aumento de costos de materias primas, como el aluminio que los fabricantes de bebidas usan para las latas, derivado del tipo de cambio.
Pero mientras que en los productos de consumo masivo los incrementos serán en centavos y pesos, en el caso de los bienes duraderos, como autos o electrodomésticos, este alza podría ser de varios miles de pesos. Esto ha hecho que algunos consumidores, que ya habían planeado cambiar de auto este año, se estén animando a hacerlo en medio de la contingencia sanitaria.
Además de los precios, los fabricantes de vehículos han lanzado en las últimas semanas diversas promociones para favorecer la adquisición de un auto en medio de lo que analistas de J.D Power y de Jato Dynamics denominan “la mayor crisis económica de los últimos 50 años”.
La estrategia más popular es la posibilidad de postergar el pago de las primeras dos o tres mensualidades a junio o julio. Fiat Chrysler, por ejemplo, diseñó el plan Juntos en el Camino para que quienes adquieran un vehículo en abril realicen el primer pago de su mensualidad hasta julio.
Las marcas Ford y Lincoln también lanzaron un plan de financiamiento que permite a los clientes comprar un vehículo y empezar a pagarlo 90 días después. Toyota, Kia, Mazda, Nissan y Renault también tienen esquemas similares.
Otras, como Suzuki, están ofreciendo extensiones de la garantía sin costo adicional, tasas de interés menores a 10% —el promedio del financiamiento automotriz es de 13% a 15%— o dando el primer servicio gratis.
A diferencia de otros consumidores, como los europeos, los latinos son muy emocionales, a veces poco racionales, que se dejan llevar por sus impulsos a la hora de elegir y comprar un vehículo.
Gerardo Gómez, director general de la consultora J.D. Power México
Con tantas promociones, la tentación de comprar un auto ahora es grande, y varios consumidores se han dejado llevar por el canto de las sirenas.
“Tras un primer corte, hicimos una revisión al alza para las ventas de abril [ que a principios del mes se calculaban en 7,832 unidades ]”, adelanta a Expansión Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Todas estas unidades se habrán vendido por Internet, con pruebas de manejo y entregas a domicilio.
No obstante, matiza Rosales, aun si las ventas en abril resultan ligeramente superiores al estimado inicial, seguirán estando muy por debajo de las 98,346 unidades que, antes de la pandemia, las marcas habían calculado vender en el cuarto mes del año.
Además, dice Rosales, este nuevo escenario ligeramente más positivo de abril, se difumina con nuevos pronósticos más negativos que ahora se esperan para los siguientes meses. “Hicimos ajustes a la baja en lo que resta del año”, dice.
El representante de los concesionarios de vehículos dice que, el primer pronóstico “post pandémico” se hizo antes de que el gobierno federal ampliara las medidas de distanciamiento social hasta finales de mayo, y antes de que el gobierno capitalino calculara el fin del pico de contagios para finales de junio, por lo que las ventas pronosticadas para estos dos meses podrían ser menores a las esperadas inicialmente.
via CNNExpansión