Cuando la compañía juguetera alemana Herpa Miniaturmodelle GmbH sacó un modelo pequeño del Trabant se dio cuenta que había mucho interés en el modelo. Originalmente utilizado por los habitantes de Alemania del Este y que en cuanto cayó el muro que dividía las dos partes la gente simplemente lo dejó ahí donde estaba estacionado. Un carro sucio de dos cilindros que nadie quería, pero ahora y en vista del interés va a hacer un regreso triunfal como modelo eléctrico con su techo lleno de celdas solares para cargar las baterías con una autonomía de 250 Kms. No será el Mini Cooper pero también inspira nostalgia.