Una ciudad que pretende jugar un poco es la de Philadelphia en Estados Unidos, ya que ha iniciado un programa llamado «Drive CarePhilly» en el que en lugar de poner topes en las calles para que los conductores aminoren la velocidad pone pinturas en el piso que parecen estar en tercera dimensión y tal vez hagan que los conductores reduzcan su velocidad. Por supuesto que están reprobados, ya que cualquiera que pase por una de esas pinturas para la segunda vez ya lo sabe y no les hará ningún caso. No es una buena idea.