El grupo automovilístico francés Renault ha creado una etiqueta para las versiones de gama alta de varios de sus modelos en la que trabaja un equipo específico, como un primer paso para la posible constitución de una marca propio a largo plazo.
El anuncio lo hizo el director general delegado de Renault, Carlos Tavares, que en una entrevista publicada hoy por el sitio de información económica «latribune.fr» señaló que esa etiqueta, «Initiale París», se aplicará a versiones de alto nivel de «cuatro o cinco modelos de la gama».
Se empezará por una declinación de gama alta del Clio IV, que se presenta oficialmente la semana próxima, y luego habrá un Renault Espace y también el futuro coche de la marca del rombo que se va a desarrollar en una plataforma de Mercedes, que se fabricará en Europa y debería llegar entre 2014 y 2016.
«Cuando tengamos cuatro modelos, se empezará a visualizar que los ‘Initiale París’ tienen un sabor específico», destacó Tavares, que añadió que hay que trabajar en «la exclusividad, la elegancia a la francesa, el precio de transferencia, el tratamiento VIP del cliente».
En cuanto el horizonte a más largo plazo, lo dejó abierto al comentar que «veremos en qué momento se puede crear una verdadera marca».
El director general aseguró que no se trata de ponerse a competir con el modelo de los coches de BMW, sino más bien con Volvo, y puntualizó que se trata de una acción «muy progresiva», consciente de que «Audi ha tardado 30 años para llegar a donde está».
Se trata, en definitiva, de desmarcarse con coches más refinados y distintivos «a los que se va a prestar una atención especial» para que el cliente pueda identificarse inmediatamente, resumió.