La guerra contra Ucrania ha tenido efectos colaterales interesantes: han cerrado cadenas de comida rápida como Burger King en el país, marcas de ropa, el sistema de pagos internacionales y muchas cosas mas y una de esas cosas es la producción automotriz dentro de Rusia ya que las armadoras han tomado la decisión de salirse.
Una de esas armadoras es la francesa de Renault que decidió cerrar su planta y vendérsela a la ciudad de Moscú junto con un grupo de inversión privado y gracias a que tendrán toda la planta disponible están pensando seriamente producir una de las marcas de antaño llamado el Moskvich que no se ve desde los años setenta.
La intención es comenzar con motores de combustión interna de otras marcas y poco a poco moverse en dirección de los motores eléctricos.
via Business Insider