Tal parece que un sheik es mas amante de sus halcones que de su Rolls-Royce así que pagó para que su Rolls-Royce Camargue 1978 fuera transformado en lo que parece un Safari de la VW. De hecho la transformación costó mas que la pieza original porque debieron trabajar mucho en él para que «Su Alteza» pudiera salir a cazar llevando sus halcones peregrinos favoritos. No hay puertas, el parabrisas al frente fue ampliado para observar bien el camino y hay espacio atrás para ir de pie con un halcón en la mano y llevarlos cómodamente en sus jaulas. ¡Ahh! El bello arte de la cetrería o de como desparpajar un carro.